El derecho a la desconexión: por qué es esencial, sobre todo en el teletrabajo

Un empleado que puede desconectar es un empleado sano y realizado. El derecho a la desconexión es esencial para garantizar una buena calidad de vida en el trabajo para los empleados. Sin embargo, cuando se teletrabaja, la línea entre la vida profesional y la personal tiende a difuminarse... Comidas frente al ordenador, correos electrónicos tardíos... ¡Conseguir desconectar la pantalla puede ser un verdadero dolor de cabeza para algunos!

Teletrabajo o no: ¿cómo puedes asegurarte de que tus empleados consiguen restablecer este límite para evitar la hiperconexión y garantizar el equilibrio entre la vida laboral y personal?



¿Qué es el derecho a la desconexión?

 

El derecho a la desconexión estipula que, fuera del horario de trabajo, todo empleado tiene derecho a no estar conectado a las herramientas digitales profesionales (ordenador, correos electrónicos, teléfono móvil) ni localizable por su empleador por motivos relacionados con el desempeño de su trabajo. El derecho a la desconexión significa permitir a los trabajadores encontrar un equilibrio entre su vida profesional y personal, garantizar el respeto a la vida personal y familiar y proteger la salud de todos los asalariados.

Este derecho incluye el respeto de los horarios, los descansos y las vacaciones de los empleados. Las empresas deben llegar a un acuerdo entre empleador y empleado para determinar las franjas horarias en las que los trabajadores pueden desconectarse de sus herramientas digitales y no estar localizables.

Si no se respeta este derecho de desconexión, las consecuencias pueden ser graves tanto para el empresario como para el trabajador. En primer lugar, por la salud mental del empleado en cuestión. La empresa también puede ser condenada por culpa inexcusable si un empleado enferma o es víctima de un accidente por no respetar este derecho de desconexión.

 

En nuestro país,  la  Ley del Teletrabajo (23/09/2020) recoge que "las personas que trabajan a distancia, particularmente en teletrabajo, tienen derecho a la desconexión digital fuera de su horario de trabajo en los términos establecidos en el artículo 88 de la Ley Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre".

Por su parte, Francia sigue siendo la pionera en este aspecto, pues lo regulan con la Ley Laboral que entró en vigor en 2017.

 

La necesidad de desconectar es aún mayor en el teletrabajo


Si bien el teletrabajo ha demostrado ser una forma de trabajar con muchas ventajas, como más autonomía, libertad y flexibilidad, también conlleva una mayor productividad y menos tiempo de desplazamiento. Cuando se teletrabaja, uno de los principales riesgos es la difuminación de la frontera entre la vida personal y la profesional... Cuando la mesa del salón se convierte en tu mesa de trabajo y las cuatro paredes de tu casa en tu espacio de trabajo diario, coger el teléfono se vuelve más complicado. Entre las reuniones que empiezan a las 8:30 h de la mañana, la pausa de 30 minutos para comer o incluso a veces delante de la pantalla y una tarea que puede alargarse hasta las 21:00 h... la crisis sanitaria y la implantación del teletrabajo generan estrés para algunos y un tiempo delante de la pantalla muy superior al normal. Según un informe del Parlamento Europeo, el 27% de los empleados que teletrabajan superan su jornada laboral.

Esta conexión constante ha tenido un impacto negativo en la salud mental de estos empleados, lo que a veces les ha llevado al agotamiento. Con la falta de equipos informáticos y la multiplicación de los canales de comunicación, es un nuevo ritmo de trabajo el que debe llevar a las empresas a remodelar este derecho tan preciado por el bienestar de sus empleados.

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¿Y la ley?

¿Cuál es tu papel y obligación como empleador? Como ya hemos adelantado previamente, en España ya venía recogido el derecho a la desconexión en el artículo 88 de la Ley Orgánica 3/2018 de 5 de diciembre (LOPDGDD), que se vio reforzada (y recordada) por la nueva Ley del Teletrabajo. En ella se exige al empleador que introduzca los mecanismos necesarios para salvaguardar el derecho a la desconexión digital de su plantilla fuera de su horario de trabajo.

Sin embargo, esta ley no establece una definición clara y precisa del derecho de desconexión, por lo que corresponde a las empresas especificar cómo debe ejercerse. Para ello, deben redactar una política interna. Así, cada empresa tiene su propia definición del derecho a la desconexión.


Su incumplimiento puede acarrear muchas consecuencias a nivel personal y profesional, como ya hemos visto, pero también económicas, con sanciones desde 626 a 6.250 €.

Buenas prácticas de desconexión

Pasar de la teoría a la práctica no es algo que pueda hacerse con un chasquido de dedos. Una serie de buenas prácticas pueden ayudarte a garantizar la separación entre el trabajo y la vida personal, y más aún cuando se teletrabaja.

Como empresario consciente de los riesgos del teletrabajo generalizado, la salud de tus empleados debe ser una prioridad. Por lo tanto, la solución es establecer directrices que permitan la desconexión. Por ejemplo, se puede instalar un software para bloquear los correos electrónicos y las llamadas comerciales después de una hora determinada, o dispositivos para poner los servidores informáticos en espera fuera del horario laboral. La definición de los horarios de trabajo de los empleados y la activación de los mensajes de ausencia y redireccionamiento son también herramientas eficaces. 

Además, permite que tus empleados se beneficien de algunas ventajas que les saquen de su burbuja profesional: proyectos deportivos y de bienestar, descuentos en determinadas salidas culturales, etc.

Una vez aplicadas estas diversas medidas, comunica dentro de tu empresa estas nuevas prácticas. Recuerda a tus empleados la importancia de los periodos de descanso, la desconexión de las herramientas digitales y tu deseo de preservar su bienestar y su salud. Al cabo de un tiempo, tendrás que revisar estas medidas y, si es necesario, completarlas según la satisfacción de tus empleados.